Iniciamos...
Los smartphones invaden nuestra sociedad. Si los vaticinios de algunas películas se hiciesen realidad y las maquinas se rebelasen contra los humanos, más nos valdría que los teléfonos no estuviesen entre los rebeldes. Y con tanto teléfono inteligente entre nosotros, lo lógico es pensar que embarcarse en un negocio de creación de smartphones puede ser una buena idea, como "pensaron" en Zetta.
A pesar de ello, cualquiera que a día de hoy se lo plantee en serio y haga su buen estudio de mercado se dará cuenta que el mundo de los smartphones es extremadamente complicado y cada vez menos rentable. En las últimas semanas lo hemos visto muy claramente: Apple acapara el 103% de los beneficios de este sector y Xiaomi, esa marca china con tan buena valoración entre muchos usuarios, ha reconocido que no hace caja con la rama móvil de su negocio.
El mercado de la telefonía móvil actual no tiene nada que ver no ya con el de hace 20 años, solo hace falta que echemos la mirada 10 años atrás para ver los importantes cambios que se han dado. Marcas que un día triunfaban en este sector, como Siemens, Ericsson o Trium se retiraron en su día, mientras que otras históricas como HTC no pasan precisamente por su mejor momento.
Las marcas chinas han arruinado los márgenes
El problema para las marcas de siempre no ha sido solo el paso del teléfono simple al smartphone, lo que para algunas ha supuesto su práctica desaparición, el mayor problema viene de Asia y más concretamente de China. Las marcas de toda la vida siempre han trabajado con sus buenos márgenes, buscando más el beneficio por unidad vendida que vender una cantidad ingente de terminales.
Xiaomi, OnePlus o Meizu no han seguido ese camino. Para estas marcas, que no solo están presentes en el mercado de los smartphones, el objetivo es más vender una gran cantidad de dispositivos que sacar un gran margen de cada venta. Así es como vemos terminales de estas marcas con características similares a los de las marcas de siempre con un precio mucho más reducido. Y no solo es cosa de las marcas chinas, los bq, Wiko o Wileyfox también han optado por ese modelo de negocio.
¿Ir a por todo tipo de usuario o solo a un nicho?
Las nuevas marcas, ya sean venidas de China o con sede en Europa (aunque siempre con producción en Asia) rara vez lanzan al mercado un smartphone por 500 o 600 euros, su foco está más puesto en aquellos usuarios con el presupuesto más bien justo, en torno a los 200 euros o incluso menos, aunque sus terminales estrella sí se suelen mover en torno a los 300-400 euros.
Pero como ya hemos visto, ni esa estrategia tiene por qué funcionar, como demuestran las cuentas de Xiaomi, que en su negocio móvil apenas genera beneficio. En ese aspecto Apple es sin ninguna duda el rey. Según los recientes datos de BMO Capital Partners, los de Cupertino rozan el 104% de los beneficios de todo el mercado, dato que se justifica porque marcas como HTC o LG tienen resultados negativos.
Según la misma consultora es Samsung la que más smartphones vende en todo el mundo, con un 21,7% de cuota de mercado en el tercer trimestre de 2016, pero ser la marca más vendedora solo le reporta el 0,9% del beneficio total de todo el sector. En cambio Apple, que obtuvo una cuota del 13,2%, tiene unos beneficios mucho más grandes. La razón parece clara: enfocarse en un nicho o tipo de usuarios, los que están dispuestos a gastarse más dinero.
Y no es solo cosa de Apple. En los últimos años un histórico como Sony ha sufrido un importante descenso de ventas y beneficios hasta perder dinero con su división móvil, pero al contrario que otras marcas con solera, los japoneses tomaron una decisión determinante: enfocar su negocio a la gama media-alta. ¿Resultado? Menos ventas, por supuesto, pero vuelta a los beneficios también.
Con todos estos datos, lo que parece claro es que no es buen momento para embarcarse en la aventura de lanzar una nueva marca de smartphones. Lo primero es que si queremos un mínimo de personalización y no simplemente coger dispositivos creados por una fábrica china y ponerles nuestra pegatina encima, la inversión inicial va a ser millonaria. Lo segundo es que visto cómo les va a grandes marcas de toda la vida, mejor será pensar en otro tipo de aventuras.
A pesar de ello, cualquiera que a día de hoy se lo plantee en serio y haga su buen estudio de mercado se dará cuenta que el mundo de los smartphones es extremadamente complicado y cada vez menos rentable. En las últimas semanas lo hemos visto muy claramente: Apple acapara el 103% de los beneficios de este sector y Xiaomi, esa marca china con tan buena valoración entre muchos usuarios, ha reconocido que no hace caja con la rama móvil de su negocio.
El mercado de la telefonía móvil actual no tiene nada que ver no ya con el de hace 20 años, solo hace falta que echemos la mirada 10 años atrás para ver los importantes cambios que se han dado. Marcas que un día triunfaban en este sector, como Siemens, Ericsson o Trium se retiraron en su día, mientras que otras históricas como HTC no pasan precisamente por su mejor momento.
Las marcas chinas han arruinado los márgenes
El problema para las marcas de siempre no ha sido solo el paso del teléfono simple al smartphone, lo que para algunas ha supuesto su práctica desaparición, el mayor problema viene de Asia y más concretamente de China. Las marcas de toda la vida siempre han trabajado con sus buenos márgenes, buscando más el beneficio por unidad vendida que vender una cantidad ingente de terminales.
Xiaomi, OnePlus o Meizu no han seguido ese camino. Para estas marcas, que no solo están presentes en el mercado de los smartphones, el objetivo es más vender una gran cantidad de dispositivos que sacar un gran margen de cada venta. Así es como vemos terminales de estas marcas con características similares a los de las marcas de siempre con un precio mucho más reducido. Y no solo es cosa de las marcas chinas, los bq, Wiko o Wileyfox también han optado por ese modelo de negocio.
¿Ir a por todo tipo de usuario o solo a un nicho?
Las nuevas marcas, ya sean venidas de China o con sede en Europa (aunque siempre con producción en Asia) rara vez lanzan al mercado un smartphone por 500 o 600 euros, su foco está más puesto en aquellos usuarios con el presupuesto más bien justo, en torno a los 200 euros o incluso menos, aunque sus terminales estrella sí se suelen mover en torno a los 300-400 euros.
Pero como ya hemos visto, ni esa estrategia tiene por qué funcionar, como demuestran las cuentas de Xiaomi, que en su negocio móvil apenas genera beneficio. En ese aspecto Apple es sin ninguna duda el rey. Según los recientes datos de BMO Capital Partners, los de Cupertino rozan el 104% de los beneficios de todo el mercado, dato que se justifica porque marcas como HTC o LG tienen resultados negativos.
Según la misma consultora es Samsung la que más smartphones vende en todo el mundo, con un 21,7% de cuota de mercado en el tercer trimestre de 2016, pero ser la marca más vendedora solo le reporta el 0,9% del beneficio total de todo el sector. En cambio Apple, que obtuvo una cuota del 13,2%, tiene unos beneficios mucho más grandes. La razón parece clara: enfocarse en un nicho o tipo de usuarios, los que están dispuestos a gastarse más dinero.
Y no es solo cosa de Apple. En los últimos años un histórico como Sony ha sufrido un importante descenso de ventas y beneficios hasta perder dinero con su división móvil, pero al contrario que otras marcas con solera, los japoneses tomaron una decisión determinante: enfocar su negocio a la gama media-alta. ¿Resultado? Menos ventas, por supuesto, pero vuelta a los beneficios también.
Con todos estos datos, lo que parece claro es que no es buen momento para embarcarse en la aventura de lanzar una nueva marca de smartphones. Lo primero es que si queremos un mínimo de personalización y no simplemente coger dispositivos creados por una fábrica china y ponerles nuestra pegatina encima, la inversión inicial va a ser millonaria. Lo segundo es que visto cómo les va a grandes marcas de toda la vida, mejor será pensar en otro tipo de aventuras.
Eso es todo por el momento
Información sacada de xataka.com, taringa.net
Saludos!
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