Como sabrán es evidente que el teléfono móvil ha supuesto una revolución en el mundo de las comunicaciones y que en ese concreto aspecto proporciona innegables ventajas a sus usuarios. Sin embargo, también tiene un lado oscuro que, lejos de aportar ventajas, puede convertirse en fuente de daños y perjuicios para el usuario, sobre todo cuando su uso se torna compulsivo y descontrolado.
Estos daños derivados del mal uso del celular tienen una especial relevancia en el ámbito de la pareja, hasta el punto de poder incluso desencadenar el fin de una determinada relación. Te mostramos aquí 5 puntos que deberás tener en cuenta si no quieres que el celular arruine tu relación de pareja:
1. Nunca estés pendiente del celular mientras hablas con tu pareja.
Esta mala práctica se conoce con el nombre de “phubbing” y es enormemente dañina para una relación. El “phubbing” no sólo obstaculiza la comunicación entre los miembros de la pareja, sino que quien lo detecta se siente ignorado, ninguneado, infravalorado, frustrado, sobre todo cuando comprueba que la otra persona le habla sin despegar siquiera los ojos del celular, situación generadora de inseguridades y conflictos que a la larga pueden desembocar en una menor satisfacción dentro de la relación de pareja, incluso a veces en depresión, como así lo han declarado recientes investigaciones realizadas sobre esta concreta práctica.
Por tanto, si estás hablando con tu pareja, aparta el teléfono móvil a un lado y céntrate en ella, atiende a lo que te esté diciendo y no dejes que nada perturbe la comunicación, ya tendrás más tarde tiempo de retomar el celular.
2. El tiempo de la pareja, es tiempo de la pareja.
Si estás compartiendo un mismo espacio con tu pareja, no estés al mismo tiempo enviando o contestando mensajes a otras personas distintas, ni tampoco enfrascado en juegos o aplicaciones que te ofrezca el celular. Esta práctica, además de constituir una falta de educación y de respeto, suele ser síntoma de que algo falla en la comunicación y que probablemente la relación de pareja esté deteriorada.
Por ello, salvo casos de verdadera urgencia, si necesitas contactar con otras personas vía teléfono móvil, hazlo mejor cuando estés solo, no en presencia de tu pareja, y lo mismo cuando te apetezca distraerte con determinada aplicación de tu celular. Piensa que a lo largo del día suele haber tiempo de sobra para estos y otros entretenimientos, sin necesidad de sustraérselo a tu pareja.
3. El uso prolongado del celular hace más corta la comunicación con tu pareja.
Un uso prolongado del celular implica permanecer gran parte del día conectado y, por consiguiente, en casi constante comunicación con otra gente, algo que en un elevado número de personas termina por traducirse a corto o medio plazo en agobio, estrés e irritabilidad. Toda esta negatividad acostumbra luego, por desgracia, a volcarse en el ámbito doméstico, esto es, sobre las personas más cercanas y con las que más confianza se tiene, muy especialmente sobre la propia pareja, que se ve de este modo convertida en muro de descarga de todo ese estrés e irritabilidad acumulados. Si esta situación se repite día tras día, es más que probable que la relación se vaya resquebrajando con el tiempo y a buen seguro termine por romperse del todo.
4. Si tu pareja no responde rápidamente a tus mensajes de texto, no te enojes.
Evita enojarte si detectas que tu pareja tarda en responder a un determinado mensaje que le enviaste a través del celular. Muchos son los que, tras enviar un mensaje tipo WhatsApp o sms a su pareja y comprobar que esta lo leyó y no respondió con cierta premura, se enfadan y acusan a la otra persona de no prestarles la debida atención, lo que termina creando discordia y dando lugar a innumerables discusiones.
5. Nunca exijas a tu pareja que te dé las claves de acceso a su celular.
Esta conducta evidencia una lamentable falta de confianza, así como la más que probable presencia de celos, algo que sin duda incomodará a tu pareja y menoscabará la relación. Menos aún intentes espiar el contenido del celular de tu pareja, pues esto, además de poder ser constitutivo de delito, suscitará todavía más recelos y enfados.
Ten en cuenta que cada persona individual necesita un espacio de intimidad exclusiva a la que sólo ella pueda tener acceso, sin restricciones ni limitaciones de ningún género, por lo que demandar las claves de un celular ajeno constituye un intolerable intento de intromisión en dicho espacio. Cosa distinta es que tu propia pareja te facilite dichas claves de manera voluntaria, pero incluso en ese caso hay que evitar en lo posible servirse de ellas, pues no deja de ser una invasión en la privacidad.
Estos daños derivados del mal uso del celular tienen una especial relevancia en el ámbito de la pareja, hasta el punto de poder incluso desencadenar el fin de una determinada relación. Te mostramos aquí 5 puntos que deberás tener en cuenta si no quieres que el celular arruine tu relación de pareja:
1. Nunca estés pendiente del celular mientras hablas con tu pareja.
Esta mala práctica se conoce con el nombre de “phubbing” y es enormemente dañina para una relación. El “phubbing” no sólo obstaculiza la comunicación entre los miembros de la pareja, sino que quien lo detecta se siente ignorado, ninguneado, infravalorado, frustrado, sobre todo cuando comprueba que la otra persona le habla sin despegar siquiera los ojos del celular, situación generadora de inseguridades y conflictos que a la larga pueden desembocar en una menor satisfacción dentro de la relación de pareja, incluso a veces en depresión, como así lo han declarado recientes investigaciones realizadas sobre esta concreta práctica.
Por tanto, si estás hablando con tu pareja, aparta el teléfono móvil a un lado y céntrate en ella, atiende a lo que te esté diciendo y no dejes que nada perturbe la comunicación, ya tendrás más tarde tiempo de retomar el celular.
2. El tiempo de la pareja, es tiempo de la pareja.
Si estás compartiendo un mismo espacio con tu pareja, no estés al mismo tiempo enviando o contestando mensajes a otras personas distintas, ni tampoco enfrascado en juegos o aplicaciones que te ofrezca el celular. Esta práctica, además de constituir una falta de educación y de respeto, suele ser síntoma de que algo falla en la comunicación y que probablemente la relación de pareja esté deteriorada.
Por ello, salvo casos de verdadera urgencia, si necesitas contactar con otras personas vía teléfono móvil, hazlo mejor cuando estés solo, no en presencia de tu pareja, y lo mismo cuando te apetezca distraerte con determinada aplicación de tu celular. Piensa que a lo largo del día suele haber tiempo de sobra para estos y otros entretenimientos, sin necesidad de sustraérselo a tu pareja.
3. El uso prolongado del celular hace más corta la comunicación con tu pareja.
Un uso prolongado del celular implica permanecer gran parte del día conectado y, por consiguiente, en casi constante comunicación con otra gente, algo que en un elevado número de personas termina por traducirse a corto o medio plazo en agobio, estrés e irritabilidad. Toda esta negatividad acostumbra luego, por desgracia, a volcarse en el ámbito doméstico, esto es, sobre las personas más cercanas y con las que más confianza se tiene, muy especialmente sobre la propia pareja, que se ve de este modo convertida en muro de descarga de todo ese estrés e irritabilidad acumulados. Si esta situación se repite día tras día, es más que probable que la relación se vaya resquebrajando con el tiempo y a buen seguro termine por romperse del todo.
4. Si tu pareja no responde rápidamente a tus mensajes de texto, no te enojes.
Evita enojarte si detectas que tu pareja tarda en responder a un determinado mensaje que le enviaste a través del celular. Muchos son los que, tras enviar un mensaje tipo WhatsApp o sms a su pareja y comprobar que esta lo leyó y no respondió con cierta premura, se enfadan y acusan a la otra persona de no prestarles la debida atención, lo que termina creando discordia y dando lugar a innumerables discusiones.
5. Nunca exijas a tu pareja que te dé las claves de acceso a su celular.
Esta conducta evidencia una lamentable falta de confianza, así como la más que probable presencia de celos, algo que sin duda incomodará a tu pareja y menoscabará la relación. Menos aún intentes espiar el contenido del celular de tu pareja, pues esto, además de poder ser constitutivo de delito, suscitará todavía más recelos y enfados.
Ten en cuenta que cada persona individual necesita un espacio de intimidad exclusiva a la que sólo ella pueda tener acceso, sin restricciones ni limitaciones de ningún género, por lo que demandar las claves de un celular ajeno constituye un intolerable intento de intromisión en dicho espacio. Cosa distinta es que tu propia pareja te facilite dichas claves de manera voluntaria, pero incluso en ese caso hay que evitar en lo posible servirse de ellas, pues no deja de ser una invasión en la privacidad.
eso es todo por el momento
información sacada de taringa.net, gizmodo.com y xataka.com
Saludos!
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